Apoyo al llanto
Abordar el tema del llanto es complejo, ya que está sujeto a múltiples interpretaciones y controversias.
Existen varias interpretaciones posibles que tratan de interpretar el llanto de los bebés, proporcionando consejos y explicaciones para ayudar a los padres que no entienden lo que le ocurre a su bebé cuando empieza a llorar, a veces de forma muy intensa.
¿Por qué lloran los bebés?
Un bebé llora porque es su único medio de comunicación, y es su forma de mostrarse al mundo y a los que le rodean.
Lo primero que pensamos es que tiene hambre. Se trata de una necesidad fisiológica básica, pero no la única.
También puede llorar porque quiere que lo cambien, que lo cambien de posición, porque tiene calor o frío, porque quiere atención, etc.
Estos son gritos de comunicación.
Pero a menudo los padres dicen que, por mucho que respondan a las necesidades de su bebé, siguen sin entender por qué llora. A menudo son gritos de curación, de liberación.
Este llanto es a veces incomprendido y muy estresante, incluso angustioso para los padres jóvenes que no entienden lo que le ocurre a su bebé y ven todo tipo de interpretaciones. Este llanto de descarga es totalmente fisiológico, natural y saludable para el bebé que regula y relaja su sistema nervioso a través de él.
El bebé sólo necesita desahogarse, pero acompañado.
No hace falta decir que no está permitido nunca dejar al bebé llorar solo, siempre hay que tenerlo en cuenta y quedarse con él.
Un bebé también puede llorar para liberar tensiones antiguas o recientes acumuladas.
En nuestra consulta, cuando vemos a un bebé o a un niño, compartimos nuestra visión y explicación de los beneficios del apoyo al llanto a los padres. El punto de partida es que el llanto es una forma natural, fisiológica y saludable para que los bebés liberen sus tensiones (de todo tipo: emocionales y físicas).
¿Por qué el llanto?
Porque hasta que el bebé pueda hablar y hacerse entender, es su única manera para comunicarse con los que les rodean. Los bebés lloran cuando tienen hambre, cuando sienten molestias como la necesidad de un cambio de pañal o de posición, cuando no les gusta el calor o el frío, cuando hay demasiado ruido o luz, o para reclamar atención.
Pero no sólo eso, también llora para liberar la tensión acumulada, es un grito sanador. Sí, un bebé percibe el nerviosismo, siente el estrés ambiental y la preocupación de las personas que le rodean.
Para resumir: hay gritos comunicativos y gritos curativos. Desgraciadamente, son a menudo estos últimos gritos los que se reprimen y se malinterpretan. La referencia bibliográfica es la pediatra estadounidense Aletha Solter, cuyos libros «Crying and anger in infants and babies» y «My baby understands everything», entre otros, cuya lectura recomendamos encarecidamente, explican muy bien el interés de acompañar el llanto del niño.
Nuestras experiencias en la práctica con los bebés y también nuestro trabajo en las salas de maternidad nos han llevado gradualmente a comprender el valor de acompañar el llanto de los bebés. En particular, al observar la relajación y la liberación creadas por su llanto y también por los comentarios de los pacientes sobre los cambios radicales en su pequeño. Desaparición de los cólicos, dormir mejor, sonreír, etc.
¿Por qué necesita un bebé descargarse y de qué?
Según nuestra experiencia como osteópatas, los bebés son esponjas, absorben todo lo que les rodea: lo agradable y lo desagradable, incluyendo todas las tensiones que afectaron a la madre (especialmente al principio) durante el embarazo y los primeros meses de vida, así como las tensiones de los cuidadores, la familia, etc.
Además, los bebés suelen estar sobreestimulados en los primeros meses, lo que satura su sistema nervioso y crea una «sobrecarga».
Los bebés también se encuentran en una situación de total dependencia de su entorno, lo que genera mucha frustración, que es inevitable incluso para los padres que hacen las cosas de la manera más perfecta posible.
Una vez nacido, el bebé intentará liberarse de este desbordamiento por el medio más eficaz de que dispone: el llanto.
La dificultad para los padres, y especialmente para las madres jóvenes, es entender lo que está sucediendo.
De hecho, estos gritos de descarga son a menudo insoportable. El comportamiento del niño puede ser muy angustioso, ya que nadie puede explicar lo que ocurre cuando un niño llora. Los reflejos habituales son calmar al niño por todos los medios posibles: mamar, chupete, balanceo, juegos, etc.
Los padres creen que están haciendo lo correcto, porque interpretan este llanto como sufrimiento y dolor, cuando en realidad suele ser lo contrario: es un llanto sanador y relajante. Al calmar al niño de esta manera, los padres pueden inducir, a pesar de ellos mismos, mecanismos de control que le dicen al niño que no debe llorar o que llorar es malo.
El niño acabará calmándose. Aletha Solter llama a esto la resiliencia del niño. En efecto, ¡funciona! Pero las tensiones permanecen e impiden que el niño se relaje completamente.
Apoyar el llanto no significa dejar que el niño llore solo en la cama. Nunca se debe dejar a un niño llorar solo.
Otro camino posible: apoyar a su bebé
Otra forma es posible, y es la que venimos practicando y recomendando desde hace 10 años: se trata de es importante estar atentos al llanto de tu bebé. No es evidente, pero con un poco de práctica se convierte en algo natural. Lo vemos todos los días en nuestra consulta.
Apoyar el llanto no significa dejar que el niño llore solo en la cama. Nunca se debe dejar a un niño llorar solo.
El llanto requiere la presencia plena y la escucha total del padre o madre acompañante. Por lo tanto, es importante tener al niño en brazos y estar estable y tranquilo, es muy importante poder escuchar al bebé.
Es importante que el bebé sienta que los padres están tranquilos y relajados.
Esto creará una sensación de confianza en el niño y de seguridad de que puede confiar en los padres. El vínculo empático también es esencial para que el bebé se sienta comprendido y querido, especialmente en este momento de gran vulnerabilidad. (Como adultos, también lo necesitamos para poder entregarnos y liberarnos)
El bebé está atravesando un proceso y nosotros sólo estamos ahí para apoyarle. En la consulta, siempre nos tomamos el tiempo de explicar esto a los padres mientras realizamos nuestra revisión osteopática del cuerpo del recién nacido.
Formation accompagnement des pleurs
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